“A López Obrador en el 2024?”
El tema de la corrupción reinó esta semana con gran difusión.
Nuevamente el principal protagonista de la semana fue el hijo incómodo de López Obrador, José Ramón López Beltran, que ha dado mucho que hablar por sus acciones en Houston, ahora en México y en un viaje intempestivo a Barcelona, según noticias, al ser descubierto.
Por otro lado, el hijo Andy que se había mantenido con un perfil bajo, ya resultó envuelto en tráfico de influencia, apoyando con contratos a amigos por bastantes millones de pesos, según información precisa de columnistas.
No cabe duda que los hijos de presidentes tienen una posición difícil por tener toda la influencia que deseen y capacidad de promover cualquier negocio, o dedicarse al disfrute de la vida con todas las facilidades posibles.
Hemos vivido otros casos similares como los hermanos Bribiesca, hijos de la esposa de Vicente Fox, haciendo negocios a diestra y siniestra en Pemex, según investigaciones.
También hemos visto a hijos de presidentes que han mantenido una posición discreta como el hijo de Lopez Portillo, la hija de López Mateos o los hijos de Calderón.
Otros han destacado por su vida social intensa como los hijos de Diaz Ordaz, de Peña Nieto, de Echeverria.
Pero las informaciones que surgen hoy en día relativa a contratos adjudicados sin ninguna licitación en diferentes secretarías es común y creciente por Andy.
Ningún gobierno se podrá proteger de la influencia de redes sociales e investigaciones periodísticas en sus miembros y sus familiares, exhibiendo acciones de abuso de influencia en negocios, prepotencia en sitios públicos o exageración en bienes o automóviles de lujo.
El ejemplo de un hijo que dispone de casas en Houston, regreso intempestivo a México a otra casa prestada por un simpatizante del régimen y al salir a la luz, un viaje de un día para otro a Europa, sin duda es motivo de difusión, ya que va en contra de lo que diario predica el padre.
Estos hechos igualan el cinismo de corrupción de Peña Nieto con sus abusos, lo que causó el rechazo total a su candidato en las pasadas elecciones y dio el triunfo a Morena.
Lo mismo está pasando ahora, con tanta corrupción salida a flote, y con descrédito total del gobierno.
Se repetirá el rechazo a Peña Nieto en el 2018, “a López Obrador en el 2024?”