Carlos Manzo fue asesinado con la misma arma con la que mataron a su presunto homicida

Nuevos datos presentados por el Ministerios Público confirmaron que Víctor Manuel N, presunto asesino de Carlos Manzo, expresidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue abatido con la misma pistola que habría utilizado para atacar al exalcalde, según se expuso ante la autoridad judicial.
De acuerdo con el relato del Ministerios Público, Demetrio N, exescolta de confianza del exalcalde, reconoció haber disparado contra Víctor Manuel N durante el forcejeo ocurrido la noche del 1 de noviembre. La Fiscalía explicó que el escolta afirmó que intentaron desarmarlo, pero al verse superados por su fuerza tomó la decisión de accionar el arma, según se dijo en audiencia del caso Carlos Manzo.
El litigante detalló que el escolta creyó haber herido al atacante en el brazo o el hombro; sin embargo, la declaración de un paramédico contradijo esa impresión. Poco antes de las 12:30 horas, se informó al juez de control que el perito en balística determinó que solo un arma —una Pietro Beretta calibre 9 milímetros, con número de serie borrado— fue disparada esa noche.
La relatoría oficial señaló que Víctor Manuel N habría realizado un disparo inicial que lesionó a un ciudadano que buscaba una fotografía con Carlos Manzo, y posteriormente se acercó más a su objetivo para efectuar seis disparos consecutivos, con intervalos de 1.5 segundos, antes de soltar el arma.
Según la Fiscalía, al verse rodeado por elementos policiales, el agresor presuntamente opuso resistencia, momento en que Demetrio N le disparó, aunque no desde la distancia de metro y medio que él aseguró. El abogado de la institución puntualizó que los peritajes de la Unidad de Criminalística y Medicina Forense descartaron esa versión.
Un paramédico que participaba en el Festival de las Velas relató que, tras escuchar los disparos, se resguardó y posteriormente brindó reanimación a Carlos Manzo. Después, intentó auxiliar a Víctor Manuel N, quien yacía boca abajo sin moverse, pero señaló que los escoltas le impidieron acercarse.
El representante de la Fiscalía expresó que el socorrista observó cómo el presunto agresor fue sometido y luego quedó tendido. Solo con la llegada de la Guardia Nacional se permitió su acceso, aunque Víctor Manuel N ya no tenía signos vitales, confirmó el paramédico tras revisar su pulso.
El informe pericial determinó que el disparo fatal fue directo al tórax, sin salida, lo que desmintió la declaración del exescolta, quien afirmó que había disparado durante un forcejeo y desde una mayor distancia.
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