Deficiencias en sala de urgencias en IMSS #1 pone en riesgo a derechohabientes
“Mi esposa se está muriendo”, decía el señor Miguel, esposo de una señora con cáncer de mama casi terminal, cuando el 21 de septiembre pasó por una situación desagradable en la clínica #1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la capital del estado.
Dando seguimiento a una denuncia recibida en CPS Noticias BCS sobre las condiciones de atención médica y tratamiento oncológico en el IMSS de La Paz, Miguel relató que ya no es solamente una deficiencia en el área especializada en cáncer, sino la sala de urgencias merece realmente ser un lugar que brinden y soluciones situaciones de emergencia.
La mañana del mencionado día, su esposa, quien ya tiene metástasis en el seno izquierdo, a raíz de retrasos en el tratamiento y atención por parte de la institución médica, sufrió de un desmayo debido a su condición de salud actual, pues un día antes tuvo su cita con el oncólogo especialista del IMSS, único encargado de atender el cáncer en todo el municipio:
“Tuvimos cita con el oncólogo, con el doctor Carlos Ramos, nos atendió porque tenemos cita con él, dos horas duró la consulta. Le hice una biopsia, la mandé a analizar particular porque aquí la vez pasada la perdieron tres meses, cuatro meses y tardamos un poco más y ahora mandé yo a hacerla en particular”, dijo.
El doctor le explicó que su señora se encuentra baja de plaquetas, por lo que es necesario realizar una transfusión urgente de sangre. Por lo que el especialista emitió una carta especificando la necesidad de que sea atendida a la brevedad.
Pero al día siguiente por la mañana, tras su desmayo, inmediatamente acudió al IMSS en calidad de urgencia, pues el cáncer es la situación de vida o muerte y ya se habría señalado la emergencia en realizar la transfusión de sangre:
“Se me desmayó en la casa y le marqué a Ramos, porque me dio su celular por cualquier cosa, porque sabe que está mal, y ya me dijo “llévatela al seguro porque hay que hacer la transfusión de ya”… Llego al seguro, a urgencias. No está quien recibe, yo hice ruido. Y vino, la vio y le dije “trae un documento, que tienes que ponerle sangre”… Bueno, por ahí la pasan, esperamos de 15 a 20 minutos y ya, “quítele la ropa”, y le quitó la ropa, le ponen la bata y me dicen “siéntela en una silla”. Silla, no estamos hablando de camas, silla; ya le quitó un seno. Trae inflamada la otra parte, ella no puede durar mucho tiempo sentada por los riñones, por eso… Y bueno, ya tiene dos horas ahí sentada”, expresó.
Y no solamente eso, el IMSS mandó a que su señora se saliera y se fuera a su casa, puesto que necesitan el lugar en el que estaba siendo atendida. Pero el señor Miguel no acató tales indicaciones:
“Dice el doctor, el encargado del turno ahorita de urgencias, que se salga porque van a ocupar la silla y tienes que ir a ver primero los donadores; estamos hablando de una urgencia. Estoy entrando por urgencia, no estoy en un consultorio normal, no, no entiendo esa parte. Es ahí donde les digo que no les importa, no les interesa y yo le dije, y con esa palabra dije: -yo de aquí la saco madres, aquí se les muere a ustedes, a mí no. Yo no soy doctor, pero trae bajar las plaquetas, ¿qué va a pasar?-“, declaró.
Y tras casi 24 horas en la sala de urgencias en el IMSS, por fin, se realizó la correcta transfusión de sangre. Pero, ¿por cuánto tiempo podrán seguir afrontando esta atención médica?