¿Por qué los jóvenes abandonan la escuela en Baja California Sur y qué hacen las instituciones para evitarlo?

Autoridades educativas en Baja California Sur refuerzan apoyos académicos, emocionales y económicos para reducir la deserción escolar y mantener a más jóvenes en las aulas.
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Deserción

Aunque los indicadores de abandono escolar han mejorado en los últimos años, la deserción continúa siendo uno de los principales desafíos del sistema educativo en Baja California Sur. Las causas son múltiples: desde problemas económicos y familiares, hasta afectaciones emocionales y de adaptación que persisten tras la pandemia.

Tamara Alejandra Montalvo Arce, directora general del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Los Cabos (ITES), explicó que las instituciones de educación media y superior han tenido que modificar sus estrategias para mantener a los jóvenes dentro de las aulas.

“Nuestro índice de distorsión escolar se ve afectado por muchas variables: económicas, familiares, de salud o laborales. Aún tenemos jóvenes que vienen arrastrando las secuelas de la pandemia, con dificultades de madurez académica o emocional”, señaló.

Entre las acciones aplicadas destacan los programas de apoyo psicopedagógico, asesorías académicas y becas económicas o alimentarias, que buscan atender no solo la parte académica, sino también el bienestar integral del alumnado.

“Hay estudiantes que no desayunan correctamente, y eso influye directamente en su rendimiento y permanencia. La salud mental y física debe ser una prioridad”, agregó.

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Por su parte, Vladimir Torres Navarro, director general de los CECYTE en Baja California Sur, subrayó que la formación docente es una herramienta clave para reducir los índices de reprobación y, con ello, prevenir el abandono escolar.

“Este año estamos implementando una estrategia con todos nuestros profesores, dotándolos de nuevas técnicas para reducir la reprobación, que suele estar ligada a la deserción”, explicó.

Torres Navarro reconoció que aunque las causas son diversas —como cambios de domicilio o problemas personales— el factor económico ha perdido peso gracias al acceso a becas y apoyos gubernamentales.

“En Baja California Sur hemos avanzado. Los índices de deserción se han reducido, al igual que la reprobación, y hemos mejorado el promedio de eficiencia terminal y el rendimiento académico al egresar”, apuntó.

Las instituciones educativas también han reforzado sus programas de inclusión y acompañamiento, con cursos de lengua de señas, capacitación docente y el uso de plataformas virtuales que permiten a los estudiantes continuar su formación a distancia.

Pese a los avances, la deserción escolar sigue siendo un reto que exige atención constante. El objetivo, coinciden los directivos, es construir un modelo educativo más humano, centrado en el bienestar y la continuidad académica de cada estudiante.

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