Echaron cemento porque no les pavimentan la calle

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Calle Cuatro, entre Tamaulipas y Arroyo, en la colonia Ciudad del Cielo sin pavimentar.

Por años, los vecinos de la calle Cuatro, entre Tamaulipas y Arroyo, en la colonia Ciudad del Cielo, en La Paz han sido abandonados por las autoridades. Son cuatro las familias que viven en esa zona, quienes constantemente deben batallar por el mal estado de la vialidad.

Ante la falta de atención de los gobiernos, fueron los mismos vecinos quienes tuvieron que echar cemento en una parte de la calle. De lo contrario, el acceso a sus hogares sería imposible.

“Hemos batallado año con año. El agua se lleva todo esto. Echamos ese pedacito nosotros. Nos salió como 7,000 pesos ese cachito de concreto que echamos porque no podemos bajar así”, explicó el señor Luis, uno de los colonos.

Calle Cuatro, entre Tamaulipas y Arroyo, en la colonia Ciudad del Cielo

La cuadra se encuentra debajo del nivel de la calle Tamaulipas, que sí está pavimentada. Sebastián, otro de los vecinos, dijo que, con las lluvias, la tierra se deslava y se forman zanjas que impiden el tránsito peatonal y vehicular.

“Se baja toda la tierra desde el lado de ahí arriba; igual aquí está muy feo donde termina la calle está. Si se dio cuenta, está muy feo ahí igual por las mismas lluvias, pero ahí hay bajadas de carro también”, manifestó.

La calle Cuatro topa con un arroyo, mismo que está repleto de basura, ramas y montones de tierra. La señora Apolinar, quien también vive en la zona, dijo que cada vez resulta más difícil cruzar por ese punto para trasladarse a otras partes de la colonia.

“Que arreglarán la calle allí, pero no arreglan. Al contrario, están echando tierra y basura. Está bien feo […] En vez de que limpiaran están echando tierra. La otra vez que venía un carro de tierra le dije a mi hijo ‘Yo pensé que la iban a echar aquí para emparejar’. La fueron y la vaciaron allá”, compartió.

La señora Apolinar sufre de problemas de la vista. Debido a esto se ha caído en diversas ocasiones. Para ella es aún más complicado caminar por las calles aledañas a su domicilio.

Andrea Villarreal