Cientos de fieles reciben a David “El peregrino de la virgen” en el Santuario de La Paz
Alrededor de 300 personas se congregaron en las instalaciones del Santuario de Guadalupe de Nuestra Señora de La Paz para recibir a David “El peregrino de la virgen” tras su llegada a la ciudad capital.
El tumulto de fieles se distribuyó dentro y fuera del recinto católico para conocer al peregrino y demostrar su admiración hacia él, luego de la titánica misión que realizó, basando su esfuerzo y constancia en la fe.
El peregrino de la Virgen llega al santuario de La Paz
El viajero originario de Isla Aguada, en el estado de Campeche, arribó al municipio paceño la mañana del 26 de agosto para dirigirse al templo religioso custodiado por paramédicos de Grupo Voluntario Calafia, elementos de seguridad pública y grupos de ciclistas que lo acompañaron en su recorrido.
Pese al cansancio reflejado en su rostro, el peregrino se mostró satisfecho luego de haber cumplido con la primera parte de su manda prometida a la virgen de Guadalupe. Su deseo es descansar un par de días en La Paz para retomar el camino de regreso a su tierra a bordo de su bicicleta y de la imagen de la guadalupana que recorrió medio país hasta llegar a Baja California Sur.
“Me siento muy contento, muy feliz, porque yo me comprometí con la virgen hacerlo, y gracias a dios, pues ya estamos aquí. Y me comprometió a hacérselo en grande, y la verdad ahí está toda la gente, el único motivo por el que estamos aquí todos es la fe. Honestamente, México se ha movido entero”.
Luego de estar presente en una misa organizada en su honor, el peregrino se dio el tiempo para fotografiarse con decenas de personas, firmar varios artículos religiosos con su nombre y recibir muchos obsequios de los parroquianos, como escapularios, rosarios, biblias y otros detalles eclesiásticos que guardó a manera de recuerdo de su estancia en La Paz.
David, explicó que fue lo que lo motivó a iniciar este insólito viaje en bicicleta, avanzando más de 12 mil kilómetros hasta llegar a territorio sudcaliforniano y cruzar cada uno de los municipios del estado, a excepción de Los Cabos.
“La manda que yo traigo es una manda de gratitud, lo que pasa que nosotros como mexicanos y como seres humanos nos gusta pedir favores, y a veces cuando prometemos cosas no lo hacemos. Es como un mensaje para todo creyente que no hay que hacernos, se puede decir -pato- para pagar las cosas, porque cuando uno lo necesita lo pide de buena voluntad, pero desafortunadamente ponemos pretextos para pagar las cosas”.
La escultura de la virgen, que se mantuvo un tiempo de 3 meses y 11 días sujetada de su bicicleta, fue colocada en el área de oración del santuario para ser apreciada por decenas de familias que tuvieron la oportunidad de rezar a un lado de ella, pedirle bendiciones, y tomarse fotos con la representación de la figura que hace alusión a “la madre de todos los mexicanos”.
El peregrino reveló porque eligió a La Paz como punto de llegada después de haberse trazado el objetivo de cumplir con su manda. Pese a la enorme distancia que existe entre la región donde vive y el puerto de ilusión, la cual se vuelve aún más abismal si se consume pedaleando en bicicleta.
“¿Por qué La Paz? Porque anduvimos investigando mucho y la idea era Los Cabos, pero no decidimos Los Cabos porque en Los Cabos no conseguimos santuario. Honestamente, nosotros como peregrinos buscamos los santuarios como en Chicontepec, Puebla, San Juan del Río, Jalisco, Oaxaca, entonces todos esos lugares que son santuarios, nosotros como peregrinos del sur decidimos ir a visitarlos, sacar nuestras mandas, estamos hablando de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, todo lo que es Chiapas, somos gente que sacamos mandas muy pesadas, la verdad”.
De acuerdo con lo previsto por el peregrino, tiene programado despedirse de La Paz la mañana del próximo miércoles 30 de agosto para iniciar su travesía de regreso a Isla Aguada, en Campeche. El viaje será a bordo de su bicicleta y con la imagen de la virgen de Guadalupe, protegiendo su recorrido a sus espaldas. La meta es volver a la comunidad que lo vio crecer la noche del 11 de diciembre, para celebrar junto a sus seres queridos el Día de la Virgen de Guadalupe que se conmemora en toda la República Mexicana, dando así por finalizada la manda que le prometió a su querida “virgencita”.