Alarman emisiones de metales tóxicos en Monterrey vinculadas a plantas industriales altamente contaminantes

Un informe internacional expone que las emisiones de metales tóxicos en Monterrey provienen de fábricas que superan niveles reportados en ciudades de EE.UU.
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Una reciente investigación internacional revela que decenas de plantas industriales en la zona metropolitana de Monterrey liberan al aire cantidades alarmantes de metales tóxicos (como arsénico, plomo y cadmio) superando incluso los promedios de Estados Unidos.

Los contaminantes podrían estar detrás de graves riesgos a la salud colectiva en una de las regiones industriales más importantes de México.

El medio internacional The Guardian, junto con la organización de periodismo de investigación Quinto Elemento Lab, analizó miles de reportes de emisiones entregados por plantas industriales a las autoridades mexicanas.

El resultado: identificaron cuáles fábricas liberan al aire los mayores volúmenes de metales pesados.

Este fenómeno está directamente ligado al rápido crecimiento de Monterrey como centro manufacturero exportador. Muchas de estas fábricas producen bienes para el mercado estadounidense o reciclan residuos industriales importados de Estados Unidos.

El aire de la ciudad padece las consecuencias: Monterrey aparece como la zona metropolitana con uno de los peores niveles de contaminación por partículas suspendidas en América del Norte, superando incluso en días críticos a grandes urbes como Los Ángeles.

Fábricas reportan toneladas de metales pesados emitidas en Monterrey

Las fábricas del área han reportado una emisión promedio anual de 1 978 kilogramos de plomo, solo entre 2021 y 2023, más que la suma de muchas empresas de varios estados de Estados Unidos.

En cuanto a cadmio, un metal con alto potencial cancerígeno, las emisiones promedio rondaron los 136 kilogramos por año. Esa cifra supera casi en su totalidad a lo registrado en zonas densamente pobladas de EE. UU.

En el caso del arsénico, se documentaron emisiones de aproximadamente 30 kilogramos al año, concentradas en un reducido número de plantas, muchas de ellas ubicadas en municipios densamente poblados del área metropolitana, como San Nicolás de los Garza.

Estos contaminantes son liberados por fábricas siderúrgicas, de vidrio, cemento, plantas de generación eléctrica y centros de reciclaje de residuos peligrosos.

Salud pública en riesgo: consecuencias para la población por las emisiones de metales tóxicos en Monterrey

La exposición continua a partículas contaminadas con metales pesados tiene efectos graves. La investigación señala que la contaminación podría causar desde enfermedades respiratorias y neurológicas, hasta cáncer, daño renal, defectos de nacimiento, así como trastornos de aprendizaje y conducta en niños.

Organizaciones sociales y vecinos han denunciado que pasan años respirando “una cápsula de veneno”. Algunos de los afectados aseguran sufrir enfermedades crónicas, enfermedades respiratorias, alergias y cuadros más graves, lo que pone en entredicho el bienestar de comunidades enteras.

Madres, maestras y representantes de guarderías han llamado la atención sobre el impacto en niños, al reportar infecciones frecuentes, problemas respiratorios y preocupaciones por posibles efectos a largo plazo en su salud.

Algunas de las fábricas señaladas aseguran que cumplen con las normas ambientales y que han implementado sistemas de control para reducir emisiones.

Pero para expertos y defensores del medio ambiente, esto no basta: señalan que los reportes de las propias compañías registran emisiones muy por encima de lo prudente, y denuncian que la regulación en México está rezagada frente a estándares internacionales.

Vecinos de la zona metropolitana ya han salido a las calles con protestas y carteles que reclaman su derecho a “respirar un aire limpio”, exigiendo a las autoridades una acción inmediata.

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