¿Cuánto aumentará el salario mínimo en la frontera en 2026?

El gobierno federal anunció un nuevo aumento al salario mínimo que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026, como parte de un acuerdo unánime entre la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), el sector obrero y representantes del sector empresarial. Según lo informado, el salario mínimo general pasará de 278.80 a 315.04 pesos diarios.
No obstante, esta alza no será uniforme en todo el país: en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), región conformada por municipios fronterizos con Estados Unidos, el aumento será menor, con un ajuste de 5 por ciento. Ahí, el salario mínimo pasará de 419.88 a 440.87 pesos diarios.
La decisión de aplicar un incremento distinto responde, según los responsables de la política salarial, a las particularidades económicas y laborales de la zona fronteriza. El gobierno sostiene que en la ZLFN el nivel de vida, los costos y la competencia con economías externas requieren un salario base distinto, de tal forma que mantener las mismas alzas que en el resto del país podría generar distorsiones.
Especialistas consultados coinciden en que este ajuste diferenciado al salario mínimo busca retener mano de obra en la región, evitar migraciones internas del norte hacia otras zonas y mantener competitividad frente al vecino del norte. Al mismo tiempo, reconocen que de continuar alzas agresivas en la frontera podría haber riesgos para las pequeñas y medianas empresas, si sus costos laborales se incrementan más de lo que su productividad permite.
Impacto esperado: beneficiarios y costumbres económicas
Con esta medida, millones de trabajadores formales en México verán incrementados sus ingresos a partir del primer día de 2026. Para quienes ganan el salario mínimo general, este ajuste representa una mejora en su ingreso diario y mensual, lo que podría traducirse en un mayor poder adquisitivo.
En la zona fronteriza, aunque el ajuste es menor, el salario mínimo continúa siendo considerablemente más alto que en el resto del país, lo que refuerza su papel de zona de “salario diferenciado”. Este esquema ha sido defendido como una medida para compensar condiciones particulares de la región, mercado laboral competitivo, costo de vida, cercanía con Estados Unidos, y para incentivar la permanencia de empleos formales.