Cáncer de mama y reloj biológico: la alerta silenciosa del cuerpo antes de que aparezca el tumor

Un estudio científico revela que el cáncer de mama desajusta el reloj biológico y las hormonas antes de que el tumor pueda identificarse por métodos clínicos
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Un reciente estudio científico publicado en Neuron revela que el cáncer de mama puede desincronizar el reloj biológico interno del organismo mucho antes de que un tumor sea detectable por métodos convencionales.

Los hallazgos arrojan luz sobre las alteraciones hormonales y neuronales que podrían servir como señales tempranas en la lucha contra esta enfermedad que, en México, aún se diagnostica tardíamente en la mayoría de los casos.

El estudio muestra que incluso en etapas muy tempranas, cuando aún no hay crecimiento tumoral evidente, el cáncer de mama provoca un “aplanamiento” en el ritmo natural de hormonas como el cortisol (hormona clave en la respuesta al estrés) y modifica la actividad de neuronas del hipotálamo, el centro que regula el reloj biológico del cuerpo.

Este desajuste afecta la calidad de vida de los pacientes desde fases iniciales y puede influir en la capacidad del organismo para responder a la enfermedad, mucho antes de que los métodos de diagnóstico habituales (como la mastografía) la detecten.

¿Cómo se descubrió esto?

Los investigadores usaron modelos animales para seguir cómo se comportan las hormonas y las neuronas en presencia de cáncer de mama. Encontraron que el ciclo de corticosterona (equivalente al cortisol en humanos) se redujo hasta en un 40–50% antes de que los tumores fueran palpables.

Además, neuronas del núcleo paraventricular del hipotálamo entraron en un estado de hiperactividad constante, lo que suprime los ritmos biológicos normales de “día y noche”, impactando directamente en la regulación hormonal y la respuesta al estrés.

Este hallazgo abre la puerta a una visión más amplia del cáncer de mama como una enfermedad que no solo se manifiesta con bultos o anomalías físicas, sino que deja una huella en los ritmos biológicos del organismo mucho antes.

Los científicos detrás del estudio sugieren que fortalecer los ritmos biológicos, mediante ajustes en los ciclos de descanso, alimentación y exposición a la luz, e incluso estimulación eléctrica en momentos precisos, podría mejorar la respuesta del sistema inmunológico frente a los tumores.

Este enfoque, aún en fase experimental, apunta hacia una nueva estrategia complementaria a los tratamientos convencionales, centrados tradicionalmente en la detección y eliminación del tumor físico.

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