Holbox enfrenta persistentes inundaciones que golpean su imagen turística

La isla de Holbox continúa lidiando con calles inundadas aun después de los trabajos de saneamiento ambiental emprendidos por autoridades locales, una problemática que vuelve a encender alertas entre prestadores de servicios turísticos ante el impacto directo en la experiencia de los visitantes y en la economía regional. La persistencia del agua estancada evidencia que las acciones implementadas no han logrado resultados sostenidos frente a las condiciones naturales del lugar.

Las recientes lluvias nocturnas del fin de semana pasado bastaron para que varias vialidades volvieran a quedar bajo el agua, un escenario que, de acuerdo con comerciantes y trabajadores del sector turístico, proyecta una imagen negativa de un destino reconocido por su entorno natural. La situación se agrava al tratarse de precipitaciones ligeras, lo que refuerza la percepción de vulnerabilidad estructural de la isla.

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Prestadores de servicios como José Cruz Reyes advierten que las características geográficas de Holbox hacen compleja cualquier intervención permanente, ya que el comportamiento natural del terreno y del agua termina por revertir los avances logrados. A esta condición se suma la presencia de frentes fríos que suelen llegar acompañados de lluvias, intensificando un fenómeno que hoy se percibe con mayor frecuencia.

El problema no es menor si se considera que Holbox funciona como el principal motor económico del municipio de Lázaro Cárdenas, al generar empleos directos e indirectos para la población local y para trabajadores provenientes incluso del vecino estado de Yucatán. Cada afectación a su imagen turística repercute de forma inmediata en ingresos, ocupación hotelera y consumo de servicios.

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Las autoridades locales ya habían reconocido obstáculos en los trabajos de desagüe durante la temporada de lluvias. En octubre pasado, el área de saneamiento ambiental admitió que las precipitaciones impedían avanzar en la nivelación y drenaje de las calles, un retraso que coincidió con quejas de visitantes y empresarios por las condiciones urbanas del destino.

Esta situación se suma a otros problemas de infraestructura que han marcado el año en la isla. Durante junio, en plena temporada baja, hoteleros denunciaron un severo desabasto de agua potable que los obligó a asumir costos adicionales ante fallas en el sistema hídrico, dejando al descubierto la fragilidad de los servicios básicos en un punto turístico de alta demanda.

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La combinación de inundaciones recurrentes y deficiencias en el suministro de agua revela un reto estructural más profundo para Holbox, donde el crecimiento turístico ha superado la capacidad de la infraestructura existente. Mientras no se consoliden soluciones integrales y adaptadas a su entorno natural, los esfuerzos aislados seguirán siendo insuficientes para garantizar condiciones óptimas tanto para residentes como para visitantes.

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