Jubilación anticipada del ISSSTE en 2026: quiénes podrán retirarse antes y qué cambia con la reforma

La jubilación anticipada para trabajadores del Estado dará un giro relevante a partir de 2026, luego de que el gobierno federal frenó el aumento automático de la edad mínima previsto en la Ley del ISSSTE. El ajuste beneficia exclusivamente a quienes cotizan bajo el régimen del Décimo Transitorio y marca un punto de inflexión en una política que durante años elevó gradualmente la edad de retiro.
El cambio aplica para las trabajadoras que podrán jubilarse desde los 56 años y para los trabajadores desde los 58, mismas edades vigentes en 2025, evitando el incremento que estaba programado. La medida no modifica los años de cotización requeridos: se mantienen 28 años para mujeres y 30 para hombres, condición indispensable para acceder a la pensión por jubilación.
Leer más: Coparmex alerta por alza de impuestos estatales y advierte riesgo para inversión y empleo en México
El beneficio está dirigido a un grupo específico dentro del ISSSTE: quienes en 2007 decidieron permanecer en el esquema anterior de pensiones y no migrar al sistema de cuentas individuales. Este grupo, identificado como Décimo Transitorio, conserva derechos distintos a los de quienes cotizan bajo el modelo más reciente, incluido el acceso a una pensión calculada con base en el sueldo básico del último año laboral.
El régimen de jubilación dentro del Décimo Transitorio es el único que recibe este ajuste de edad. A diferencia de otras modalidades como cesantía en edad avanzada o pensión por edad y tiempo de servicio, este esquema permite retirarse con el 100 por ciento del sueldo básico, siempre que se cumplan los requisitos de edad y antigüedad.
La reforma detiene una ruta que, desde 2010, incrementaba cada dos años la edad mínima de retiro hasta alcanzar en 2028 los 60 años para hombres y 58 para mujeres. Con el nuevo decreto presidencial, ese aumento se congela en 2026 y abre paso a una reducción gradual a partir de 2028, con la meta de llegar en 2034 a edades de jubilación de 53 años para mujeres y 55 para hombres.
El impacto práctico ya es tangible para miles de trabajadores. Se estima que alrededor de 900 mil personas cotizan bajo el Décimo Transitorio, muchas de las cuales podrán adelantar su retiro varios años. Casos como el de trabajadoras que planeaban jubilarse en la próxima década ahora ajustan sus cálculos para hacerlo antes, con un efecto directo en su planeación de vida y finanzas personales.
Especialistas en retiro reconocen que la medida representa un alivio para los trabajadores del Estado, pero también advierten riesgos estructurales en México. Permitir pensiones de por vida a edades más tempranas implica que el instituto deje de recibir cuotas durante más años, mientras mantiene la obligación de pagar beneficios completos por un periodo más largo.
Leer más: Frente frío 21 promete una semana de lluvias intensas en el Caribe mexicano
Desde el ámbito académico, el debate es más amplio. Analistas señalan que el sistema de pensiones mexicano ya enfrenta presiones severas y que reducir la edad de jubilación va a contracorriente de una tendencia global, donde los países elevan el retiro ante el aumento en la esperanza de vida y el peso creciente del gasto pensionario sobre las finanzas públicas.
El ajuste al ISSSTE reabre así una discusión de fondo: cómo equilibrar el derecho a una pensión digna para los trabajadores del Estado con la sostenibilidad financiera de un sistema que absorbe una proporción cada vez mayor del presupuesto nacional, en un contexto de ingresos públicos limitados.
Únete AQUÍ a nuestro canal de WhatsApp TRIBUNA DE MÉXICO