Autoridades de Michoacán y Guanajuato confirmaron que Agustín Solorio Martínez, exdiputado local y operador del Partido del Trabajo (PT) en el Distrito 02 de Apatzingán, fue localizado sin vida en el estado de Guanajuato, cinco días después de que su familia reportó su desaparición. El caso generó pronunciamientos públicos y exigencias para reforzar la seguridad en distintas zonas del estado.
El político fue localizado sin vida durante la madrugada de este miércoles dentro de un vehículo abandonado sobre la carretera Cerro Prieto–El Paraíso, en Romita, una zona que además colinda con los municipios de Manuel Doblado, Cuerámaro y Abasolo.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que la denuncia por su desaparición se presentó el pasado 5 de diciembre a las 03:10 horas en Morelia, momento en el que se activó una ficha de búsqueda y se movilizó a la Policía de Investigación en los municipios donde el político realizaba actividades de forma regular. Desde ese reporte inicial, las corporaciones actuaron en coordinación para tratar de ubicar su paradero.
Durante la sesión ordinaria de este miércoles, legisladores confirmaron desde el pleno el deceso del representante petista. Una diputada señaló desde su curul que se les notificó el hallazgo del cuerpo sin vida de Agustín Solorio Martínez y calificó el hecho como “una terrible noticia que reflejaba las condiciones que se vivían en la región de Tierra Caliente”. La legisladora subrayó que, a su juicio, era urgente revisar la estrategia de seguridad en esa zona.
Las fiscalías de Michoacán y Guanajuato trabajaron de manera conjunta para esclarecer el homicidio. La FGE michoacana explicó que se mantuvo en comunicación directa con la fiscalía guanajuatense para integrar una carpeta de investigación coordinada. Hasta el cierre del día, ninguna de las dependencias detalló el sitio exacto del hallazgo ni las circunstancias en que ocurrió.
En cuanto a su trayectoria, se recordó que Agustín Solorio Martínez tenía 47 años y fue integrante de la LXX Legislatura de Michoacán, además de desempeñar múltiples cargos dentro del PT, incluido el de coordinador político en Apatzingán. Su trabajo en la estructura partidista era considerado de relevancia en la región.
El crimen se registró en un contexto de tensión creciente en la región de Tierra Caliente, donde también ocurrieron recientemente los asesinatos de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, y de Carlos Manzo, alcalde independiente de Uruapan. Las autoridades señalaron que, hasta el momento, no existía evidencia que relacionara estos hechos entre sí.
La investigación quedó abierta mientras las fiscalías de ambos estados profundizaban en las líneas de investigación que permitieran esclarecer la muerte del político y determinar si su actividad dentro del Partido del Trabajo pudo representar un riesgo en la zona donde operaba.