Piratería golpea al sector náutico de Cozumel y encienden alerta por la seguridad turística

El sector náutico de Cozumel enfrenta una crisis silenciosa que ya dejó pérdidas superiores a los 10 millones de pesos, producto del robo sistemático de motores fuera de borda y embarcaciones. La problemática no solo impacta a empresarios locales, sino que amenaza una de las actividades económicas más sensibles de la isla, estrechamente ligada al turismo y al ingreso de decenas de familias.
La dimensión del daño se refleja en el número de afectados. En lo que va del año, al menos 15 prestadores de servicios náuticos han sido víctimas de estos robos, de acuerdo con la dirigencia del gremio. La reiteración de los casos ha generado una sensación de vulnerabilidad persistente, agravada por la falta de resultados visibles en las investigaciones oficiales.
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La ausencia de avances por parte de las autoridades ha obligado a los propios empresarios a asumir tareas que no les corresponden. Algunos afectados han tenido que rastrear por su cuenta la posible ubicación de los equipos robados, una situación que exhibe la fragilidad del sistema de respuesta ante delitos que afectan directamente a la economía turística.
Las denuncias del sector apuntan a algo más que hechos aislados. Existen indicios de que los motores sustraídos estarían siendo trasladados y comercializados en ciudades como Mérida y Cancún, lo que sugiere la operación de una red delictiva organizada con capacidad logística para mover y revender equipo de alto valor fuera de la isla.
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El impacto económico se agrava por el costo de los bienes robados. Cada motor fuera de borda supera los 400 mil pesos, y en algunos casos el delito incluye la sustracción completa de las embarcaciones, lo que eleva de manera significativa el monto de las pérdidas y dificulta la recuperación operativa de los negocios afectados.
Más allá del daño patrimonial, los robos tienen consecuencias directas en la experiencia turística. La cancelación de servicios, la reducción de capacidad operativa y la incertidumbre entre los prestadores afectan la percepción de seguridad del destino, un factor clave para mantener la competitividad de Cozumel frente a otros polos del Caribe.
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Ante este escenario, los prestadores de servicios náuticos han exigido un reforzamiento urgente de la seguridad y un seguimiento puntual a las denuncias presentadas. El llamado no se limita a recuperar lo perdido, sino a frenar un delito que amenaza con normalizarse y erosionar la estabilidad del sector.
La preocupación se inserta en un contexto más amplio de tensión para la industria náutica en Quintana Roo. Asociados Náuticos de Quintana Roo han manifestado inquietud por recientes posturas de autoridades municipales en materia de regulación, un entorno que, sumado a la inseguridad, incrementa la presión sobre un sector estratégico para la economía regional.
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