Sanidad ordena la retirada de duloxetina por impurezas y alerta a pacientes que usan el antidepresivo

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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha lanzado una alerta sanitaria de clase 2 y ordenado la retirada urgente de varios lotes de duloxetina Pensa Pharma 60 mg tras detectar impurezas por encima de los límites permitidos.
Aunque las autoridades sanitarias aseguran que no existe un riesgo vital inminente, se llama a la precaución: los envases afectados deben ser retirados de las farmacias y devueltos.
La presentación de duloxetina que fue retirada por impurezas
Los lotes afectados corresponden a la presentación “duloxetina Pensa Pharma 60 mg cápsulas duras gastrorresistentes EFG”.
La duloxetina es un antidepresivo del grupo IRSN (inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina), ampliamente recetado en España.
Los códigos identificados son: 231441 (caja de 28 cápsulas, caducidad 30/06/2026), 231514 y 240603 (cajas de 56 cápsulas, con caducidades 31/05/2026 y 30/11/2026, respectivamente).
En controles rutinarios de calidad, la AEMPS detectó en esos lotes una impureza por encima de los límites establecidos. Este defecto de calidad motiva la retirada preventiva.
Aunque la alerta no señala un riesgo vital inmediato es decir, no se ha comunicado que haya consecuencias graves a corto plazo, la medida responde al principio de precaución para garantizar la seguridad del medicamento.
Debido a la importancia del medicamento, la AEMPS recomienda:
- Verificar el número de lote de su envase. Si coincide con 231441, 231514 o 240603, acudir a la farmacia para devolverlo.
- No suspender de forma abrupta el tratamiento sin consultar a su médico o farmacéutico.
La retirada debe gestionarse con sustitutos seguros o nuevas pautas, interrumpir de golpe podría generar efectos adversos.
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La medida refuerza la vigilancia sobre la calidad de los medicamentos en circulación. En este caso, aunque no se reportan daños inmediatos, la presencia de impurezas es suficiente para activar mecanismos de seguridad.
Para muchos pacientes, la retirada implica incertidumbre: deberán acudir a sus médicos para recibir alternativas, lo que puede complicar la continuidad del tratamiento. Además, puede generar preocupación sobre otros medicamentos que consumen.